Pandemia de COVID-19: Lo que debes saber sobre la vacuna de Pfizer/BioNTech

Son dos las farmacéuticas que han anunciado avances importantes en la vacuna contra la COVID-19 y afirman efectividad y eficacia significativa: estas son Moderna y Pfizer. La formulación creada por esta última, en mancuerna con la alemana BioNTech, fue aprobada en Reino Unido el pasado miércoles, robándose toda la atención de los medios internacionales, que la han presentado al mundo como el remedio mágico contra la emergencia sanitaria.

Pero ¿qué podemos esperar en el corto plazo?, ¿dónde arrancarán las campañas de vacunación?, ¿cuántas personas tendrán acceso a ella?, ¿cómo funciona?, ¿deberíamos  preocuparnos por desarrollar efectos adversos? Aquí te contamos lo que tiene que saber sobre esta vacuna.
Reino Unido se convirtió hace días en el primer país occidental en autorizar y regular una vacuna contra el coronavirus

En un comunicado oficial, Matt Hancock, secretario de Salud y líder de la lucha contra la pandemia en la isla, afirmó que alrededor de 800 mil dosis llegarán al país europeo antes de que esta semana termine y que los primeros en la fila serán las enfermeras, los médicos, y las personas de 80 años o más dentro de una red de 50 hospitales, para después hacer llegar la vacuna a residentes y trabajadores de los asilos de ancianos en el país. 

El gigante farmacéutico estadounidense informó que la vacuna puede sobrevivir durante cinco días en un refrigerador normal. Sin embargo, el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido todavía tiene que considerar cuestiones como la dotación de personal en sitios no hospitalarios y las dificultades de transporte para decidir cómo administrar la vacuna.

La vacuna de Pfizer y BioNTech se administra en dos dosis, con 21 días de diferencia entre la primera y la segunda. Se estima que la inmunidad demora en generarse una semana después de la dosis de refuerzo.

Por lo anterior, las primeras vacunas que llegarán a Reino Unido desde Bélgica, país donde se producen, alcanzarán para inmunizar contra el coronavirus a alrededor de 400 mil personas en el país europeo, el cual ha ordenado en total 40 millones de dosis para cubrir poco más del 30 por ciento de su población.
‘Si todo sale bien en las próximas dos semanas, estamos analizando la posibilidad de comenzar el programa de vacunación el próximo mes para los tratamientos de Oxford-AstraZeneca y de Pfizer, pero en todos los casos, la mayor parte de la implementación será a comienzos del próximo año’, dijo Hancock y agregó:
“Ahora vemos con mucha confianza que después de Pascua las cosas realmente podrían comenzar a volver a la normalidad”.

En México, las vacunas contra el coronavirus llegarán a cuentagotas, pues a pesar de que el Gobierno Federal cerró esta semana un contrato con Pfizer para comprar 34.4 millones de dosis para inmunizar a 17 millones de personas, se prevé que, de ese número, menos de 250 mil dosis estarán disponibles para este mes. 

En cuanto a la prioridad de vacunación, Jorge Alcocer, titular de la Secretaría de Salud, anunció que el personal sanitario que combate la pandemia en el país serán los primeros en la fila, aunque no especificó los grupos ni los vacunatorios en los que se aplicarán las dosis.

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Vacuna Pfizer/BioNTech, ¿remedio mágico contra la pandemia?

Aunque las farmacéuticas detrás de esta nueva vacuna han asegurado que tiene una efectividad del 95 por ciento en la prevención de la COVID-19, el profesor Peter Openshaw del Imperial College de Londres afirmó que sería un grave error relajar las medidas de distanciamiento social y el uso de cubrebocas. 

En el mismo sentido, un nuevo estudio de la Royal Society DELVE Iniative llamado Desarrollo de vacunas SARS-CoV-2 y su implementación ha advertido que no es momento de tirar a la basura las mascarillas protectoras, pues las restricciones sanitarias continuarán en la mayor parte del mundo durante los próximos meses, sin importar el tamaño de las jornadas de vacunación contra el patógeno ni la efectividad de las dosis. 

Los expertos han subrayado que las personas no deben esperar protección inmediata al virus luego de haberse vacunado debido a que las células blancas, conocidas en la literatura médica como linfocitos B, necesitan primero detectar el antígeno inoculado en el cuerpo mediante la inyección para después generar los anticuerpos necesarios para neutralizar el patógeno. 

La respuesta del sistema inmunológico, generada por los linfocitos B, se conoce como respuesta primaria y tarda aproximadamente dos semanas en activarse. Por lo tanto, durante ese periodo las personas seguirán vulnerables a enfermarse de COVID-19

En el caso de la vacuna de Pfizer, el intervalo de administración es de 21 días, lo que significa que el periodo de vulnerabilidad será de casi seis semanas después de la primera aplicación. Todavía más importante, es el hecho de que aún se desconoce si la vacuna podrá detener los contagios, pues se ha sugerido que después del periodo de vulnerabilidad de seis semanas las personas todavía podrán transmitir el virus, aunque no desarrollen síntomas debido a la inmunización. 

¿Cómo se diseñó la vacuna Pfizer/BioNTech?

Pfizer y BioNTech utilizaron un diseño diferente al tradicional, pues su vacuna en lugar de inocular el cuerpo con una versión debilitada o inactivada del virus, introduce una molécula genética llamada ARN para hacer que nuestras propias células aprendan a producir una proteína viral que desencadene una respuesta inmune y, consecuentemente, los anticuerpos contra el coronavirus

Este diseño fue elegido por la rapidez con la que genera una respuesta inmunológica. Todo lo que se necesita es la secuencia genética del virus que causa la pandemia. Los fabricantes de vacunas ni siquiera necesitan el virus en sí, solo su arquitectura genética.

Este diseño está siendo replicado por Moderna, cuya vacuna se encuentra en la última etapa de las pruebas. Asimismo, las primeras pruebas clínicas con otras formulaciones de ARN están en marcha en China, Inglaterra, India, Singapur, Corea del Sur y Tailandia.

Las vacunas de ARN dan instrucciones para que nuestras células produzcan una pieza proteica inofensiva llamada espiga, misma que se encuentra en la superficie del virus que causa la COVID-19.

La formulación de Pfizer/BioNTech se administra en el músculo de la parte superior del brazo, de tal modo que pueda introducir las instrucciones en las células musculares, que serán las encargadas de fabricar la espiga. Una vez que el sistema inmune reaccione, las mismas células destruirán el código junto con los fragmentos de proteína. Al final del proceso, el cuerpo quedará inmunizado contra el patógeno, pues aprendió a reconocerlo y atacarlo. 

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¿Qué efectos secundarios podemos esperar?

Hasta ahora, Pfizer y BioNTech no han informado que exista alguna preocupación seria por la seguridad de su vacuna. Desde mayo, y antes de llevar a cabo el actual estudio a gran escala, las empresas realizaron ensayos clínicos más pequeños, diseñados específicamente en detectar señales de advertencia sobre los posibles riesgos de la dosis. Probaron cuatro versiones de su vacuna y seleccionaron la que produjo menos casos de efectos secundarios leves y moderados.

No obstante, la mayoría de las personas que reciba la vacuna de Pfizer contra la COVID-19 sufrirá efectos adversos, particularmente después de la aplicación de la dosis de refuerzo.

Entre ellos, están:

  • Dolor, inflamación o enrojecimiento en el lugar donde se administró la vacuna
  • Fiebre leve
  • Escalofrío
  • Cansancio
  • Dolor de cabeza y dolor muscular y articular, durante uno o dos días


De acuerdo con los expertos médicos, si alguien va a tener una mala reacción a una vacuna, es probable que ocurra durante las primeras seis semanas después de la vacunación, aunque aún se desconoce si a largo plazo tendrá efectos adversos.
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