Síndrome de ovario poliquístico: diagnóstico y tratamiento

Dec 12 / Sofía Kalb Seyde
El SOP se define como un trastorno endocrino metabólico altamente prevalente y se considera actualmente como una patología familiar o de herencia genética. Su existencia debe sospecharse en cualquier adolescente o mujer en edad de reproducción con hirsutismo u otras manifestaciones en la piel de hiper-androgenismo, irregularidades menstruales y obesidad.

Dicho esto, es por eso que el SOP es un diagnóstico de exclusión y por lo tanto, debe darse un diagnóstico diferencial de los cambios fisiológicos propios de la edad y de otros trastornos hiperandrogénicos que requieren de una terapia específica.

El realizar un diagnóstico es de alta relevancia ya que dicho síndrome está asociado a riesgos tanto reproductivos como oncológicos y metabólicos. Es decir, esto implica que este tipo de pacientes deben ser diagnosticadas y tratadas de manera correcta a través de brindarles la información y educación necesaria sobre su patología y finalmente, ser monitoreadas de por un tiempo razonable o prolongado. Sea la razón por la que la paciente vaya a consulta, se debe iniciar el tratamiento siempre con corrección de las alteraciones que hayan en su metabolismo.

El Dr. Esteban Sánchez, especialista en ginecología, sugiere en la Revista Médica Sinergia que para el diagnóstico del sOP es necesario excluir otras patologías que causen trastornos del ciclo menstrual, exceso de andrógenos, y cumplir al menor dos de los siguientes criterios: 

  • oligo/anovulación,
  • hiperandrogenismo clínico y/o bioquímico,
  • ovarios poliquisticos por ecografía.
A todo esto, el tratamiento debe de ser integral e individualizada.

Para un análisis o un descarte de sospechas sobre la presencia del síndrome, el médico comienza con un análisis de la historia clínica, períodos menstruales y cambios de peso de la paciente. La exploración física consiste en buscar signos de crecimiento excesivo del cabello, resistencia a la insulina y acné.
Los exámenes o pruebas que pueden favorecer el análisis o búsqueda de su presencia son:

  • Un examen pélvico. Revisión visual y manual por parte del médico en los órganos genitales para detectar masas, bultos u otras anomalías.
  • Análisis de sangre.
  • Una ecografía. El médico examina la apariencia de los ovarios y el espesor del recubrimiento del útero a través de una varilla colocada en la vagina y emite ondas sonoras que se traducen en imágenes en una pantalla de computadora.

En caso de confirmar o detectar la presencia del SOP, existen pruebas adicionales para detectar complicaciones:

  • Verificaciones periódicas de la presión arterial, la tolerancia a la glucosa y los niveles de colesterol y triglicéridos
  • Análisis para la detección de depresión y ansiedad
  • Análisis para la detección de apnea obstructiva del sueño

    La co-morbilidad asociada (enfermedades paralelas en el SOP son: sobrepeso y obesidad, enfermedad cardiovascular, resistencia a la Insulina, diabetes mellitus tipo 2, infertilidad, hiperplasia endometrial, síndrome metabólico y apnea del sueño.

    Las preguntas que un médico especialista en ginecología debe realizar de manera básica y sustancias a modo que se puede diagnosticar inicialmente el SOP son las siguiente:

  • ¿Qué signos y síntomas tienes? ¿Con qué frecuencia se producen?
  • ¿Cuán intensos son los síntomas?
  • ¿Cuándo comenzó cada uno de los síntomas?
  • ¿Cuándo fue tu último período menstrual?
  • ¿Aumentaste de peso desde que comenzaste a tener el período menstrual? ¿Cuántos kilos aumentaste y cuándo sucedió?
  • ¿Hay algo que mejore o empeore los síntomas?
  • ¿Estás intentando quedar embarazada o deseas quedar embarazada?
  • ¿A tu madre o a tu hermana alguna vez le diagnosticaron síndrome de ovario poliquístico?

Ginecología y COVID-19

La Revista Ginecología y Obstetricia de México comenta que por el momento no existen pruebas contundentes de que exista algún efecto negativo en pacientes embarazadas con contagio positivo, sobre todo en embarazos en etapas tempranas, según lo reporta el CDC (Agencia del gobierno federal de los Estados Unidos).

A pesar de que no se presenta un riesgo considerable en particular para esa población, es relevante tener en cuenta que algunos de los tratamientos médicos aplicados a las pacientes infectadas pueden estar contraindicados durante el embarazo.

El ginecólogo y obstetra Kambly (2020) añade en la revista que hay diversas sociedades científicas de Medicina Reproductiva que sugieren que todas las pacientes que se encuentren en algún tratamiento de fertilidad o planeen un tratamiento, incluso si no cuentan con los criterios inslusivos de diagnóstico para la infección por COVID-19, es su deber evitar quedar embarazadas. por otro lado, las pacientes que ya están en tratamiento iniciado, sugieren considerar un embarazo diferido con criopreservación de ovocitos o embriones para su posterior transferencia.
“El panorama sin precedentes de la pandemia de COVID-19 amerita mantener una actualización constante ante la rápida evolución de la información y realizar los ajustes necesarios en la atención clínica en Ginecología y Obstetricia.” - Centro Especializado para la Atención de la Mujer, Hospital Ángeles de las Lomas, Huixquilucan, Estado de México.

Para saber más sobre Ginecología y sus implicaciones puedes visitar: https://www.nodus-cursos.com/course/ginecologia

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